Entre Ribeira Sacra y O Courel

A Pobra do Brollón tiene unos recursos naturales excepcionales porque ocupa dos territorios muy diferenciados que le dan gran personalidad.

Por una lado forma parte de Ribeira Sacra lo que significa necesariamente vino y sus viñedos en bancales. En la zona del municipio bañada por el Sil, las riberas se dejan caer hacia el río, creando imágenes perfectas de simbiosis entre el hombre y la naturaleza. La parroquia de Vilachá de Salvadur es la más representativa de este tipo de paisaje que se complementa con las centenerarias bodegas. Pequeñas construcciones de piedra agrupadas en un mismo entorno que en el primer fin de semana de Mayo acogen la tradicional Feria del Vino. Cita necesaria para quienes quieran disfrutar del vino en un paraje natural en el que la piedra es la protagonista.

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La tradición vitícola del Ayuntamiento se completa con la tradición como municipio de montaña. A Pobra do Brollón cuenta con amplias zonas de montaña que en invierno se cubren de nieve, para llenarse de verde y agua cuando llega la primavera. Aldeas de montaña como Parada de Montes transportan al viajero al pasado y ofrecen información importante sobre cómo se construía y se configuraba una aldea para hacer frente a las inclemencias del tiempo.

“Soutos” centenarios comandados por secaderos, albarizas repartidas en las laderas de las montañas y senderos y arroyos esparcidos por todas partes terminan de conformar un espectáculo natural que ofrece mil caras diferentes según la época del año.

Para conocer A Pobra do Brollón hay que venir con tiempo, sin prisas, para permitirse perderse y descubrir en cada paso pequeñas sorpresas que nos hablan del pasado y de un modo de vida en sintonía con la naturaleza. El mejor antídoto para los tiempos que corren veloces.

 

Sequeiros - Mazo
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